Al robar un automóvil, el ladrón debe asegurarse de que el automóvil no contenga ningún dispositivo de búsqueda que pueda ayudar a localizarlo.
Existen diferentes métodos de búsqueda, pero uno de los más populares es el método en el que el automóvil se introduce en una habitación blindada completamente cerrada (por ejemplo, un garaje o un contenedor de metal), creando el efecto de una jaula de Faraday que bloquea cualquier señal de radio, incluyendo GPS y GSM utilizados para el seguimiento.